Una serendipia es ...

Una serendipia es un descubrimiento o hallazgo afortunado e inesperado. Así que espero que lo que aquí encuentres sea afortunado y útil para tu crecimiento, además que sea inesperado pues siempre se recibe todo gratamente cuando no tienes expectativas.

17 noviembre 2017

Lo que depende de nosotros y la felicidad

El agua sigue su curso sin pretender ser otra cosa que no sea agua. No intenta ser montaña. No intenta ser roca. No se ocupa de ninguna otra cosa que no sea su propia naturaleza. Al ser plena en sí misma, nutre y alimenta a todos los seres.

Nuestra mente constantemente se ocupa de asuntos que no son nuestros, de cosas que no dependen de nosotros. Vivimos bajo la falsa ilusión de que podemos cambiar las mentes ajenas y no podemos cambiar la nuestra propia. Alimentando esa ilusión de falso poder y responsabilidad, nos ocupamos de lo que debería hacer nuestra pareja, de lo que deberían hacer nuestros hijos o hijas, o los profesores, o nuestros padres, o los políticos o, incluso, del tiempo que debería hacer… Siempre creemos que nosotros lo haríamos mejor. Con eso nuestro ego crece, pero también cargamos nuestros hombros de tensión y de peso.

Podemos ser un poco más amables con nosotros mismos y soltar ese peso. No necesitamos llevarlo. Podemos centrarnos en lo que realmente depende de nosotros. Nuestra propia mente, nuestro estado de conciencia.
Dejamos de alimentar la energía negativa de la crítica, y nos ahorramos el tiempo de criticar a pareja, hijos, hijas, profesores, padres, políticos, o el tiempo… Ni siquiera nos criticamos a nosotros.

Cuando aparece la crítica en nuestra mente, simplemente nos preguntaos: “¿Depende eso de mí?” Y si la respuesta es ‘no’, amablemente dejamos ese asunto para quien le corresponda y nos ocupamos de nuestra conciencia.

Si la mente insiste, nos hacemos una segunda pregunta: “¿Sirve de algo este pensamiento? ¿cambia en algo la situación o la persona a la que critico?”, como la respuesta es negativa, dejamos ese pensamiento por inutilidad.

Pero si la mente sigue insistiendo, nos podemos hacer aún otra pregunta: “Ocuparme de ese asunto, que no depende de mí, ¿me hace sentir bien o mal?”, y comprobamos que nos hace sentir mal, así que lo dejamos, porque hemos decidido ser amables con nosotros mismos.

Así poco a poco, vamos dejando los asuntos que no dependen de nosotros, que demuestran ser inútiles y nos traen malestar. Y nos quedamos con las cosas que dependen de nosotros y, al hacerlo, como el agua, llenamos todos los huecos, encontramos nuestro camino, sorteamos las dificultades. Somos nutridos y nutrimos. Somos nosotros mismos y somos una fuente permanente de paz y felicidad.

Yolanda Calvo Gómez


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